lunes, 27 de julio de 2009

Desaguisado Remediable

Le echamos la culpa a sus agentes. Nos (le) vendieron la moto de que estaría fijo entre los 3 primeros, incluso mas cerca del nº2 que del nº3. La historia estaba escrita antes incluso que se produjera. Y como buenos cazurros, nos la creímos. Luego, cuando llegan los acontecimientos y no se ajustan al guión nos quedamos pasmados, no lo entendemos y es que es algo muy fácil de comprender si nos detenemos a pensar un poco. Es tan fácil como comprender que ya dábamos por hecho todo lo que iba a pasar y hasta que las cosas no pasan, no pasan y punto.
La cronología es sencilla. A lo largo de toda la temporada se especula con que si Ricky se apuntará al draft –recordemos que no tiene porque hacerlo puesto que puede esperar un año mas sin problema alguno-. Al final decide apuntarse y nos cuentan la película, a saber, Ricky se apunta al draft, queda segundo (o como muy tarde tercero), con el contrato que se le garantiza tiene para pagar la claúsula y se va a la NBA. Ese era el cuento contado en pocas lineas, el problema surge cuando es elegido 5º y encima por Minnesota y entonces ni quiere ir a los Wolves ni puede pagar la claúsula.
A partir de ahí los acontecimientos explotan, que si no quiero ir, que a este equipo no, que se interpone una demanda a la Penya, y mil cosas mas que no quiero ni acordarme y que han conseguido lo que jamás se debió conseguir, que ahora Ricky haya quedado como un gilipollas malcriado. A ver, lo voy a repetir, para que quede claro, ha quedado como un gilipollas malcriado. Y no me vale la excusa de sus agentes y pollas en vinagre!!! Un abogado no interpone una demanda si su cliente no lo autoriza, así de claro. Y no me vale (otra vez) que luego se retire dicha demanda, el mal ya está hecho. La imagen de Ricky Rubio flipando con un amiguete en el pabellón para luego irse al McDonalds ya no mola tanto. Se ha cargado la imagen con la que los niños podían identificarse. Él era el niño entre hombres iluminado por su genialidad, su defensa, su desparpajo e imaginación, iba a ser el nuevo Pete Maravich, y ahora ha quedado a la altura del betún.

Espero que este desaguisado se arregle, porque Ricky tiene una cosa muy buena y es que su pinta es magnífica, tiene cara de bueno y cuando lo ves hablar te convence y te cae bien, pese a lo que hayas leído. Pues entonces, nene, dedícate a jugar, a ser humilde, a aprender de los monstruos que tienes al lado este verano como Pau, Navarro, Jorge o Rudy.
Dedícate a entrenar con ansia de mejorar, dedícate a formarte como persona de manera paralela a como lo hagas como jugador. Y sobre todo no acuses de algo a quien no te ha puesto una pistola en la cabeza para que firmes un contrato, con unas condiciones y con una claúsula que tú mismo has firmado. Si lo firmaste y estuviste de acuerdo entonces, apechuga, sé un hombre, no lloriquees y espera un año. Tras un año se negocia un acuerdo amistoso, se da el salto, se paga una parte y hala! A cruzar el charco y a tratar de demostrar que eres tan bueno como Navarro, Raúl, Rudy o Marc, si es que eres capaz de demostrarlo, que aún no has llegado a ese nivel.
Mi deseo es que llegues a ese nivel, que hagas que esté orgulloso de lo que puedes representar para el baloncesto, como cada año mi orgullo, pasión y admiración por Pau crece hasta no sé donde ya… Y que esta inmensa gilipollez que has organizado este verano no sea mas que un borrón en una carrera que ojalá sea –y cito al maestro Trecet- “Realmente esplendorosa”.

viernes, 17 de julio de 2009

Siempre ha estado ahí


Me gusta la música. Claro, no me jodas! A ti y a cualquier persona humana. Incluso esas cosas extrañas, al menos para mí, que hacen esos tipos extraños cuyo nombre empieza por DJ –léase “diyéi” (con acento en la é), supongo que de alguna extraña forma se le podría considerar música (Chunta Chunta Chunta…) aunque a mí personalmente me cueste llamarla así, pero ya se sabe que para gustos los colores.

Como me gusta la música, me gusta el pop de los 80, no es culpa mía. Crecí con él, aún recuerdo que la primera vez que estuve en un bar fuera de mi pueblo con unos amigos tomando algo -algo que fue una schweppes de limón- oí un single que no conocía que venía a decir algo así como “mil campanas suenan en mi corazón…” joder!… me encantó aquello tú.

Tras ello vendría el oír toda esa música que había empezado a revolucionar el panorama de la música en España, grupos como Secretos, Radio Futura, Gabinete… unos mas y otros menos, pero de ellos estaban llenas mis TDK de 90 que me iba grabando de la radio y de los casettes –pronúnciese casetes tal cual- que me iban dejando mis amigos. Lo de comprar música en mi tierna adolescencia era algo como bastante jodido, y yo no me puedo quejar, ya que mi padre me compraba algún que otro casette de vez en cuando, que bastante hacía. Mis primeras palabras en inglés quitando las irremediables “The End” o “Wanted” las aprendía con el Thriller de Michael Jackson y con el LP “Eye in the sky” de Alan Parsons, porque, eso sí, lo mejor de los originales era que venían las letras y así me aprendía antes las canciones para poder cantarlas. Y como esos pues también estaban Queen con sus “Works” y “A Kind of Magic”, estaba Police, el Joshua Tree de U2, y por supuesto, siempre siempre, han estado los
Beatles.


Pero el tiempo pasó y llegaron los 90 y con estos años llegó la crisis, la mayoría de grupos que me gustaban desaparecían, los nuevos que iban saliendo no terminaban de engancharme. El último de la Fila estaba en lo mas alto y no terminaba de llegarme, no sé, cuestión de feeling será... El caso es que así pasé el tiempo sin oír nada nuevo, hasta que descubrí a Ramón Trecet en Diálogos 3. Me descubrió como él mismo decía “otras músicas”, otra forma de hacer música. Otros sonidos totalmente novedosos que me encantaron y que me hicieron descubrir maravillas tanto en el new age como en la música celta. Gracias a él descubrí uno de los mejores discos que he oído en mi vida, “The White Horse Sessions” de Nightnoise. Un monumental recopilatorio grabado en vivo que aún llevo siempre en el coche a pesar de las innumerables veces que lo he oído. Así como también descubrir la belleza hecha voz encarnada en Loreena McKennitt, que tanto me emocionó cuando su voz llenó el auditorio de Murcia y yo solo podía no escuchar, sino sentir, en el plano mas amplio de la palabra sentir.

Sin embargo, había algo que siempre había estado ahí, una música que habría de conquistarme con el tiempo, sin prisa pero sin pausa, cada día que ha pasado me ha ido llenando mas y mas, tanto es así que hoy día quizá mas del 80% (y me quedo corto) de música que escucho es ésta. Y no es mas que la música creada por y para el cine. Las Bandas Sonoras de Películas.

Pongámonos en situación. Yo tenía 8 años y mi padre me llevó al cine en Murcia a ver Superman. El cartel rezaba “Usted creerá que un hombre puede volar”. En los primeros segundos y tras leerse sobre fondo negro “Junio 1938” vemos un cómic en blanco y negro con legras grandes “Action Comics” un niño nos lee el principio del mismo mientras vemos el dibujo de la cúpula del Daily Planet rematada con una esfera iluminada y sobre la que rota el nombre del periódico. Vamos hacia ella volando y al fondo nos encontramos la luna, que sobrepasamos dando comienzo a un viaje de años luz que nosotros haremos en 4 minutos hasta llegar a un
Krypton agonizante. En esos escasos 5 minutos y mientras vamos volando por los títulos de crédito mientras se deshacen en el espacio escuchamos la fanfarria de Superman con su interludio romántico unido –Can you read my mind- y entonces, cuando te has venido a dar cuenta. Ya está. Ha surgido la magia. Estamos en otro mundo. No en una sala de cine, yo tengo 8 años y estoy a años luz de la tierra, en otro planeta viendo una civilización avanzada a punto de extinguirse. La música de John Williams consigue que ya esté, que estemos allí, el cine Coy no existe (lamentablemente tampoco existe en la actualidad como tantos cines en las ciudades absorbidos por las multisalas de los centros comerciales), solo existe ese mundo en el que me he sumergido por las imágenes, y su música, siempre la música.

En la década de los 70 el jazz, la batería, las guitarras eléctricas empezaron a llenar las músicas de las películas, tanto como empezaron a hacerlos los sintetizadores, de hecho si Jerry Goldsmith no hubiera compuesto su espectacular “Ave Satani” para la Profecía en 1976, yo me hubiera quedado con la maravillosa partitura de Bill Conti (una de mis debilidades) para Rocky, que por lo menos se llevó un muy justo premio a la mejor película de ese año.

Pero en 1977 todo cambió. George Lucas aún se dejaba aconsejar, aún no le había crecido el ego como le creció al mismo ritmo que su papada y Steven Spielberg le recomendó que contará para el proyecto de su vida con John Williams, y a pesar de que las ideas de Lucas en principio apuntaban a una banda sonora electrónica y futurista, John Williams creó una partitura sinfónica con una fanfarria que para la historia queda y que marcó el devenir de los siguientes años.

A partir de ahí la música sinfónica explota y triunfa de forma rotunda en el cine, con excepciones como la creación de Vangelis para Blade Runner, surgiendo con mas ímpetu si cabe las figuras de grandes nombres como Jerry Goldsmith, James Horner, Basil Poledouris, John Barry o Ennio Morricone.

Son muchos, muchos los videos que se me ocurre poner, muchos los pequeños fragmentos que querría destacar, tanto en audio como en video, pero al que le guste el cine, y le guste la música, a la fuerza, repito, a la fuerza tiene que disfrutar con este montaje-homenaje con rima en “aje” que montó y dirigió el mismo John Williams para la gala de los Óscars de 2002.

martes, 14 de julio de 2009

1962 fue un gran año


"Atticus Finch no hacía nada que pudiera despertar la admiración de nadie: no cazaba, no jugaba al póker, no pescaba, no bebía, no fumaba... Se sentaba y leía.”

Toda la vida me la he pasado oyendo que el libro es mejor que la película… Y no estoy de acuerdo, hay libros que como libros están bien pero que cuando se han adaptado al cine se han convertido en obras maestras, pues bien, “Matar un Ruiseñor” es una de éstas.

Harper Lee nació en Alabama a mediados de los años veinte. Su niñez por tanto, estuvo marcada por la Gran Depresión tras el crack de la bolsa del 29. El hecho de criarse en un pequeño pueblo del profundo sur americano, donde las diferencias raciales estaban a la orden del día y donde los negros (lo siento, la palabra afroamericano no la termino de entender) no tenían prácticamente derecho alguno marcó el devenir de su novela. Ignoro como fue la vida, obra y milagros de esta señora aunque tras haber leído el libro y haber visto la peli no mas de 10 veces, y a sabiendas del amplio contenido autobiográfico que la propia escritoria utiliza me hago mas o menos una idea.
El caso es que en 1960 publicó una novela. Su única novela. Con la consecuencia de ganar el prestigioso premio pullitzer al año siguiente y que los derechos fueran adquiridos por los estudios Universal para el rodaje de la versión cinematográfica.

Curiosamente, un director nacido en el Bronx y que nada tenía que ver con el profundo sur creó su mejor obra. Robert Mulligan tras leer el libro y quedar entusiasmado con la idea, contó para el proyecto con Gregory Peck para el papel de Atticus Finch (apellido de soltera de la madre de Harper Lee). Y para la deliciosa banda sonora con un Elmer Bernstein quizás en el mejor momento de su carrera, a pesar de las obras que nos ha dejado después, pero eso será en otro post, no quiero enrollarme demasiado.

No voy a decir de qué va el libro (o peli), el libro está bastante bien, pero la película es una obra maestra de principio a fin. Robert Mulligan nunca voló tan alto a pesar de las magníficas “Verano del 42” y “El próximo año a la misma hora”. Gregory Peck hizo el papel de su vida, lo cual es mucho decir. Si alguien no la ha visto, ya está tardando en hacerlo. Hay cosas en esta vida que uno no se puede perder y ver esta maravilla es una de ellas.

A pesar de todo, quedó segunda en la carrera por los oscars de ese año, pero es que 1962 fue un gran año. Pocas veces en la historia del cine se han juntado títulos del calibre de “Lawrence de Arabia” (la muy justa ganadora ese año). “Días de vino y rosas”, “El hombre de Alcatraz”, “El motín de la Bounty”, “Dulce pájaro de juventud” o “El día mas largo”. Además de eso, los Beatles grabaron su primer single (Love me do) y Wilt Chamberlain metió 100 puntos el 2 de marzo. Vamos, que como digo, 1962 fue un buen año

Nota: A pesar de mi costumbre de enlazar con la Wikipedia, por su sencillez para todo el mundo, cuando se trata de cine, no hay mejor fuente que www.imdb.com, o sea Internet Movie DataBase, o Base de Datos de Películas en Internet.





viernes, 3 de julio de 2009

In Phil We Trust

Lo primero que he pensado ha sido: "¡Dios mío no!". Lo segundo que he pensado ha sido: "¡Dios mío por favor no!". Sin embargo luego he cambiado de idea y he terminado pensando: "¿y por qué no?".

Y es que resulta que mi memoria sigue siendo buena ya que hace 13 veranos,Phil Jackson también estaba allí, cuando los Bulls hicieron un movimiento de lo mas curioso fichando al por aquel entonces jugador mas conflictivo de la liga. Dennis Rodman no solo encajó perfectamente en el intrincado sistema de los Bulls en ataque, sino que asimiló perfectamente su rol en un equipo plagado de talento. Con la clase de Kukoc, Kerr, Rodman, y la pareja estelar Pippen y MJ, formaron una de las mejores plantillas que he visto a lo largo de 25 años que llevo viendo NBA.
Con ese precedente me he dicho que quizá, que tal vez, que podría ser que encajara. De hecho Ron Artest ya declaró el año pasado que el dinero no es algo que le motive, así que tiene ahora que ve que se acerca la peligrosa treintena (cumplirá 30 años el próximo noviembre) sería ganar un anillo.
Está claro que desprenderse de Ariza ha tenido que ser duro. Un jugador al que han fabricado y diseñado en los aledaños del Staples, pero límite salarial manda y si querían retener a Odom no podían también renovar a Ariza tras su gran papel en las eliminatorias al título y su consiguiente revaloración en el mercado. Con esta conyuntura el movimiento de los Lakers es arriesgado, no cabe duda, pero también valiente. Los lakers adquieren a un 3 polivante, buen reboteador y sobre todo a alguien con quien no quieres enfrentarte. Quizá yo hubiera preferido a un 3 tirador puro en la linea de Glen Rice que tan fantástico resultado dió en aquellos tremendos Lakers del 2000. Pero no se puede pedir todo y creo que lo de Artest será un acierto. No sé si en la linea de Rodman pero sí que puede ser importante a la hora de frenar un hipotético cruce con el aspirante a capo de la liga, Lebron James.
En cuanto al carácter, al temido carácter de Artest, In Phil We Trust.

PUNTO Y APARTE

La única razón que se me ocurre tras darle vueltas y vueltas es que no tiene lo que hay que tener. Así de simple y rotundo me manifiesto. Tiene la oportunidad de ser campeón de Europa pero no quiere jugar con la selección por motivos personales. Pues chaval, lo único que se me ocurre es que no tienes lo que tiene que tener un deportista de superélite. Eso que hace diferentes a gente como Alonso, Rafa y el mismo Pau. Ese ansia de mejorar, de conquistar, de querer competir con los mejores, de superar día a día los retos. De saber que no mejorar es sinónimo de empeorar. De tener no solo ganas, sino ansia insaciable de triunfos.

Ese cuerpo enorme tan rápido y coordinado, con buena mano, ese físico privilegiado para meterlas de todos los colores, y no quiere competir... por "motivos personales"(...???).
No se me ocurre otra cosa que el hecho de que pueda existir mal rollo entre Fran Vázquez y el resto que ya sabemos lo bien que se llevan. Si es solo por eso, me va a costar mucho, pero mucho, respetarlo como deportista.
Ojalá me equivoque.