lunes, 21 de septiembre de 2009

Y esta explicación os la voy a dar...


Hace 10 años no había blogs, la web 2.0 era algo que estaba por venir. Internet me parecía la rehostia por todo lo que me permitía en cuanto a recoger información, e interactuar con otros internautas (palabreja que ya no se usa porque todo el mundo ya usa internet). Pero esa interacción estaba limitada al correo electrónico y poco mas. En ese “poco mas” había algo llamado las “news” que para entendernos eran algo así como los foros hoy día.
El Napster aún tardaría un año o así en hacer su aparición y cosas como el p2p aún nos sonaban a chino, o prácticamente no existían. Yo escribía en esas news de baloncesto todas las semanas, a lo mejor no tenía mucho que decir, pero sí tenía muchas ganas de decir algo. Así que tras el triunfo de España en el mundial junior, escribí un pequeño artículo llamado “Dásela al negro chico”. En el mismo hablaba de la revolución que el baloncesto español debía llevar a cabo si no queríamos que esta generación acabara perdiéndose. Básicamente ponía el ejemplo de un chico, un tal Juan Carlos Navarro, que ese año se incorporaría a la plantilla del Barça ya como senior y contaba como en un hipotético entrenamiento de pretemporada, el chico en cuestión salía de un bloqueo y tras recibir el balón, fintaba, penetraba y anotaba con pasmosa facilidad. El supuesto entrenador paraba y le decía que sí, que vale, que estaba bien, pero que esa no era la idea del sistema, sino que tenía que esperar, ver el bloqueo indirecto del poste del lado débil para que el negro recibiera ya que así penetrábamos el balón y etc etc... Venía a contar como los equipos tienen que apostar por los nuevos fichajes que presentan en rueda de prensa a bombo y platillo y cuya amortización debe llegar lo antes posible en forma de puntos, rebotes, asistencias o lo que sea que toque, antes que contar con el junior de turno, por muy bueno que sea, total, el chico es de la cantera, está formándose y todo ese rollo... Cuidado! No digo que esto no tenga que ser cierto en parte, pero también decía y digo que si tienes un pura sangre, no puedes ponerlo a tirar de un carro.

Yo confiaba en que con el tiempo, aquel chico tendría la oportunidad de demostrar su clase, su valía, su juego, y con él, buena parte de sus compañeros que nos habían maravillado en esa final contra Estados Unidos en aquel “cercano” ahora, verano del 99.
¡Qué equivocado estaba! 10 años después fíjate lo que han hecho esos chicos. Si es que siguen siendo igual, son un grupo de descarados, que no le tienen miedo a nada ni a nadie, que con un balón en las manos son capaces de cualquier cosa... pero de cualquier cosa. Son la Ñ, son la caña de España, son la rehostia en verso y cantada en falsete.
Supongo que en esos primeros entrenamientos, Navarro y compañía acabaron por darle algunos balones al negro de turno, y que otros se lo jugaron ellos. Supongo que algunos de ellos no llegaron a donde se esperaban y que otros han llegado mucho, pero mucho, pero muchísimo mas lejos de lo que jamás habíamos soñado que llegarían.
De todos modos, el pasado ha pasado y el futuro pues ya llegará, pero el presente acojonante de hoy es para disfrutarlo y para no pensar mas allá. Sencillamente reír y disfrutar sin mas, punto.
No voy a hablar de nadie en particular, pero si que hay alguien a quien debo una explicación y como decía el filósofo Isbert, como le debo una explicación, se la voy a dar:
Sergio hijo, ya he dicho antes que no se puede poner a un pura sangre a tirar de una carreta. No se le pueden poner puertas al monte. Si coges a un halcón y lo encierras en una jaula, lo matas de pena y sabiendo que le dejarás volar solo de vez en cuando, terminará por perderlo todo. Equivocarse es humano pero rectificar es de sabios y tú has rectificado y eso te honra. Has desechado la zona, has desechado experimentos raros y absurdos, has desechado un par de sistemas que por su rigidez nos enclaustraban, has desechado rotaciones rapidísimas y absurdas que no conducían a nada. Es posible que tu dirección no haya sido perfecta y todo en esta vida es criticable, pero has demostrado que un buen entrenador debe aprender de sus errores, corregirlos y enmendarlos, y eso sí que lo has conseguido. Cuando has abierto las puertas, derribado muros y soltado a los perros, éstos han acabado por morder -y de qué forma- así que solo tengo que decirte que por mi parte, Chapeau!

Nota: Espero que lo de “negro” se sepa entender, hasta ahí podríamos llegar...

jueves, 17 de septiembre de 2009

Mecagonlalechemerche!

“¿De qué equipo soy?”. “¿Yo?... de España". Vale, que me he quedado agusto, que de España somos todos (o casi), que la pregunta debería ser contestada con un “soy del madrid”, o del barça, o si tengo vena masoca del atleti, los hay del Bilbao y alguno que otro conozco incluso del Depor o de la Real. Pero es que a mí no me gusta el fútbol, no puedo evitarlo, normalmente veo como mucho un par de partidos al año y casi nunca enteros, no es algo que me atrape y de hecho es que ni siquiera lo entiendo. Y tampoco se trata de ser radical, yo ví la Eurocopa de España y grité los goles de Villa, Torres o Cesc como el que mas, pero porque era España y una cosa es que no me guste el fútbol y otra que no me guste el deporte. Me encantan las olimpiadas, los mundiales de atletismo, y sobre todo el tenis, quizá fué el deporte que mas me gustaba desde pequeñito.
Lo que pasa es que en mi camino se cruzó el basket y desde el primer momento me enganchó para siempre y al lado del baloncesto nada se puede comparar. Joder! Amo este deporte que me hace perder horas de sueño, que me quita la paz y me da los nervios. Con sus alegrías y sus miserias es como algo que llevo pegado y de lo que no quiero deshacerme. Y claro, si me preguntan de qué equipo soy, pues tengo que responder que de España... y de los Lakers, no es culpa mía, la primera vez que ví jugar a Magic no podía ni creerme que se pudiera jugar al baloncesto de esa forma, y eso que enfrente estaban los maravillosos Celtics, pero los Lakers enganchaban, tan rápidos, tan ágiles, con ese Kareem al que muchos consideraban el mejor jugador de la historia por aquella época. Tan negros ellos y con un blanquito que se dedicaba a repatir cera escudado en su melena y en sus gafas de concha negras y que tenía nombre de conejito(s).
De hecho, fuí de los Lakers incluso antes de ser de España, vale que el equipo estaba ahí, pero claro, como ganaban tan poco costaba aficionarse, y no fué hasta entrados los 90 cuando mi amor por la selección de pronto floreció, aún no sé porqué. Supongo que por la rabia de ver a la “generación maldita” del basket arrastrarse en campeonatos de todo tipo entrenados por caciques que de ésto solo sabían decir cosas como “cerramos el rebote” o lo que es peor “echarle huevos”... no me jodas rafa...
Tiempo habrá para ver que pasa hoy, o que pasará entre hoy y el domingo. Lo que sí tengo claro es que por mucho que me digan “joder Jose! No puede depender tu humor de como juegue España” y sepa que tienen razón. Pues sí, depende, ya sé que hay otras cosas en el mundo mas importantes, pero en cuanto a lo que a mí respecta, debo de ser así de gilipollas, me importa, me afecta, me eleva o me hunde, es así de claro. Yo me reía del compañero de BUP que lloraba cuando perdía el barça, y ahora... joder! (¿Cuantas veces he puesto joder?) Me pasa a mí... Mecagonlalechemerche!