lunes, 26 de octubre de 2009

Salíendome del tiesto

La verdad es que aunque suene un poco raro tengo sentimientos encontrados con la nueva ley del aborto. Yo soy abortista por la sencilla razón de que considero que una persona debe decidir cuando y en qué circunstancias quiere ser padre. Pero al mismo tiempo soy una persona bastante liberal en el sentido propio de la palabra derivada, es decir, la libertad.
Sin embargo, la libertad debe llevar consigo una responsabilidad. Responsabilidad implícita en aquellla frase hecha que reza que mi libertad termina donde empieza la del prójimo. De tal forma, yo no soy libre de tocar el piano en mi casa (sin los auriculares) a las tres de la mañana, porque mi familia y vecinos no serían libres de dormir. Tan fácil, claro y explícito como eso mismo es entender que una cosa es liberalizar determinados aspectos que la sociedad demanda por iniciativa propia, por evolución, por costumbres adquiridas o por lo que sea, y otra misma es entender que todo no puede ser el Coño de la Bernarda.
Desde la última ley del aborto se ha estado abortando con cierta impunidad, los partidos políticos lo sabían y tal y como la sociedad demandaba era preciso reformar la Ley del Aborto, era preciso ampliar determinados plazos, y era preciso ampliar determinados supuestos. Si por un casual, pese a tomar las consabidas precauciones, mi mujer quedara embarazada, tengo claro que ambos abogaríamos por el aborto. No queremos tener mas hijos, es nuestra decisión y quiero ser libre de poder tomarla. Eso sí, desde el momento de saberlo, en el cual como mucho y exagerando, el feto podría tener unas seis semanas -y ya es exagerar- La decisión la tomaríamos lo más rápido posible porque entre otras cosas, cuanto antes se aborta mucho mejor, las consecuencias de un aborto van creciendo exponencialmente conforme el feto avanza en su desarrollo y por tanto, el carácter invasivo de la operación se ve mermado acortando lo mas rápido posible los plazos. Yo estoy a favor de que exista esa ley que expongo. Sin embargo, yo no soy legislador, médico, abogado, político, ni tengo ninguna responsabilidad alguna excepto la de votar cuando hay elecciones. Responsabilidad que siempre ejerzo y si no estoy de acuerdo en nada, pues voto en blanco, pero renunciar a ejercer mi derecho? Jamás! No quisiera pensar siquiera en la posibilidad de que se me negara el derecho al voto y vivir en una dictadura, escalofríos me entran de pensarlo...
El problema lo tengo ahora porque no estoy de acuerdo con la opinión del Partido Popular, que a sabiendas de que buena parte de sus votos vienen de un electorado conservador y cristiano ha olvidado que muchos le hemos votado cuando enarbolaba la bandera de un partido liberal y centrista. Lo que yo quiero de dicho partido es que si no está de acuerdo con dicha ley que se atreva a proponer otra, que no se apoye en la iglesia ni en asociaciones cristianas y conservadores, y que abogue por la práctica de un aborto libre y responsable, definido, enmarcado, legislado y explicado. Y esa explicación, yo no la encuentro.
El otro problema lo tengo porque esta ley, ni mucho menos refleja a mi entender la demanda de la sociedad, su demanda de LIBERTAD, estableciendo la discusión de si la norma regula la libertad o que esto sea -otra vez- el Coño de la Bernarda. Despenalizando todo tipo de casos y haciendo que un menor de edad, no necesite contar con los padres para abortar, cuando en todo caso, lo que supone un embarazo en esas edades es ante todo una tragedia, en la que mas vale que cuentes con el apoyo de la familia, porque si no es así, estás jodido, pero jodido lo tengas, o no.
Una de la cosas que mas pena me da es que a lo largo de este periodo en que empieza a fraguarse la ley, es decir, en el momento en que la prensa empieza a hablar de eso, ya será difícil encontrar opiniones razonadas fuera del contexto de la afinidad política de cada uno, encontrándome con la sorpresa de que personas inteligentes, cultas y preparadas argumentan en los mismos términos en los que yo ya he oído argumentar a los dirigentes del partido al cual le son afines, y eso es muy triste. Yo no estoy de acuerdo en lo que propone la actual ley, pero ni mucho menos estoy de acuerdo en las alternativas propuestas por el partido popular porque aún no me han dicho cuales son. Tan solo que si es un ser vivo pero no humano, que sin un feto de x semanas es esto o lo otro. Así, es muy difícil no desesperarse y acabar pensando que no se sabe cual es mas tonto de los dos, el que arrojó la piedra, o el que dijo que la arrojara. En todo caso, mi postura está a años luz de ambos.
Por cierto, y una última reflexión, si por ahí alguien piensa que para ser ministro hace falta algo de preparación, experiencia y curriculo, que se olvide de eso. Las condiciones para ello son otras totalmente diferentes. Y cuidado, lo digo también por el PP, me encantaría ver la cantidad de consejeros o concejales del partido popular cuyos méritos para el cargo son tan meritorios como los de la ministra Aído

5 comentarios:

  1. Problema: El PP es incapaz de dar soluciones coherentes a multitud de problemas de la sociedad actual por hallarse fuertemente controlado por los sectores más católicos y conservadores, cosa difícilmente evitable en un gran partido que aglutina a centro-reformistas, democristianos, neoliberales y algún que otro grupo que se acerca a la derecha más cerrada.

    Solución: Formación de más partidos, al estilo de las democracias europeas, en donde no se distingue exclusivamente entre izquierda (por llamar algo al PSOE) y derecha, sino por pensamientos semejantes, evitando así las grandes confrontaciones dentro de un mismo partido respecto a algún tema polémico, permitiendo que al menos parezca que se trara de hacer algo, además de ver los órganos de gobierno como una representación real de la sociedad actual.
    Esto no va a ocurrir por hallarnos en un sistema electoral injusto que favorece brutalmente el bipartidismo al tiempo que refuerza el poder de las grandes minorías (lease PNV,PRC...etc), pero que al mismo tiempo que debilita al gobierno central y a la unidad del parlamento, permite que exclusivamente dos partidos se alternen en el poder, tratando de utilizar el diálogo y las alianzas políticas sólo cuando es completamente necesario para sus intereses. Como es obvio ninguno de estos dos partidos va a querer bajarse de la burra, ya que queda mucho más bonito decir "yo gobierno" que "nosotros gobernamos", así que no se plantea reforma alguna, luego no se hace justicia electoral y estamos sometidos a instituciones externas o minorías. De esta manera, al final se acaba perdiendo más tiempo en decidir que decimos y qué posición tomamos para que nadie nos llame nada que a hacer algo, ya que es imposible que unos partidos tan grandes formados por grupos muy heterogéneos en continua lucha por el poder decida de forma clara una línea de acción...así que mejor improvisamos.

    Resultado: En España la clase política huele, y nosotros, los ciudadanos, estamos jodidos y lo vamos a seguir estando.

    Lo siento por el tocho, pero no me he podido resistir a comentar.

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  2. P.D. Y sí, sigo siendo de izquierdas.

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  3. Yo también quiero que vuelvas a hablar de basket

    #11

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  4. Cierto, demasiado tiempo anda esto parado

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  5. No piensas volver a escribir de basket o que?
    #10

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